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En el acelerado ritmo de vida actual, en lugar de apresurarse durante el día, a veces es importante reducir el ritmo y disfrutar de las pequeñas alegrías. Una de las formas más hedonistas de hacerlo.

El vino de Fruškogorsk en el restaurante FIG no es sólo una bebida; es un viaje a través de la historia del vino, una combinación de tradición y un enfoque moderno, disfrutando de la singularidad del terruño de Fruška Gora.